Tan altas fueron las temperaturas en aquellos días, que su sombra amenazó
con pedir la baja.
domingo, 5 de julio de 2015
jueves, 2 de julio de 2015
Vegetariana
Ya hace rato que no puede mirar para otro lado. Inmovilizado, la observa con unos ojillos tan tristes y
suplicantes que a Gabriela se le ha abierto un enorme interrogante en el
corazón. Lo llevaría a su casa pero están a tropecientos kilómetros del mar. La
dependienta le pregunta. Ella señala el bogavante con el dedo. Le acaricia la
espalda.
—Que sea rápido, por favor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)